Terminaron de cenar. Nebaost, como siempre, se fue a jugar. Lilia se levantó y vio a dónde fue el menor, frunciendo un poco el ceño, dudosa.
-¿No le has enseñado modales en la mesa? –Miró a Nazan.
-¿Modales? ¿Crees que puedes hablar de modales? –Se levantó, colocando la silla de Nebaost y la suya.
-Soy más de decir, no de hacer. –Reía con un tono levemente burlesco.
Nazan prefirió no contestar, no deseaba entablar una conversación con aquella persona, por lo que se fue caminando. La muchacha al verse sola, decidió irs